NARRA DANKO
Abrí los ojos y estaba muy iluminada la habitación, me fije que las cortinas estaban abiertas y los rayos del sol entraban completamente. Por lo calentito que se sentía el ambiente supuse que era muy tarde, tome mi celular y vi que era las 11:30 am. Un leve quejido hizo que volteara a ver en dirección de la cama y ahí estaba acostado el amor de mi vida, estirándose, desnudo a todo su esplendor.
En ese momento recordé la noche loca que tuvimos con Rosita y Ángela. Sonreí por eso y después se me vino a la mente que mientras ellas se metieron a bañarse nosotros aprovechamos haciéndolo y por eso nos quedamos dormidos por el cansancio. Alexander abrió los ojos muy despacio achicando los ojos debido al resplandor del sol. Entonces me decidí a hablar.
—Mi amor, nos quedamos dormidos, ya son las once y media de la mañana.
Soltó un vozarrón sorprendido.
—¿Qué? ¿Tan tarde? Danko ¡Hoy era la firma de fusión con esa empresa inmobiliaria! Es justo al mediodía. ¡No voy a alcanzar a ir ¡