Ilenka no durmió en toda la noche. Lo único que tiene en su mente es a la intrusa que ha llegado a su castillo. La mate de su hermano y que a partir de este momento ella en su hogar pasará a ser un segundo plano.
Tiene celos, tiene miedo, cree que su hermano la dejara en segundo plano cuando no es así, ya que siente un amor profundo por ella y que nada ni nadie va a cambiar, pero eso no lo sabe la chica.
—Lenko nos ama Ilenka—Le dice su loba luz, que trata que entre en razon—no deberías sentir miedo, o pensar que va a dejar de querernos, cuidarnos y protegernos Simplemente porque ha conseguido por fin a su mate.
Ella sacude la cabeza mientras sentada en su tocador, piensa su cabello dorado.
—No vas a entenderme nunca Luz y no pienso discutir eso contigo, porque, mi amiga Persa, ella dice que eso sucedió con su hermana cuando encontró a su mate.
—Eso no quiere decir que pase con nosotras, además no creo, sabes bien que Persa es una dramática y en algún momento tú y yo encontraremos al