Me di una ducha y me arreglé porque estos días no había salido de mi habitación, así que me puse bien bonita, quería que Fernando notara que no había dudado de él ni un segundo.
—acompañamos a mi hermana hasta el aeropuerto, donde abordó el avión y la vimos partir.
—estaba emocionada y feliz por encontrarme con mi prometido, sé que a lo mejor está un poco confundido y tendrá preguntas que hacerme, pero yo me aseguraré de despejar todas sus dudas, le mostraré que las cosas no son tan malas como parecen. Podemos tener una vida normal y si él desea que yo abandone todo para irnos a vivir lejos de la mafia lo haré, por él sería capaz de hacer cualquier cosa… Aterricé en España y pedí que me llevaran a la casa de Fernando, al llegar saqué mis llaves y abrí, pero no había nadie ni siquiera el personal, subí a la habitación y encontré dos maletas hechas y encima de ellas una carta, la abrí y me senté en la cama.
—no tienes ni idea de lo decepcionado que estoy de ti, nunca pensé que tú fueras