Me abordan unos inversionistas y comenzamos a hablar de negocios, mientras la fiesta transcurría con total normalidad, aunque yo seguía intranquilo… pero trataba de no demostrarlo. Dos horas después por fin las personas empezaron a retirarse, el salón comenzó a quedar vacío, observo a mis hijos bailar, pero falta Zafiro y eso es algo que me extraña porque ella y Leandro son el alma de la fiesta.

¿Han visto a su hermana? —padre, no la veo desde que bailó contigo —¿cómo es eso posible? ¡Ella sabe que no se puede retirar hasta que todos se hayan ido!

—a lo mejor estaba cansada, mi amor —las palabras de mi esposa no me convencen, así que comienzo a buscarla por todo el lugar, pero no la encuentro, ¡necesito que busquen a Zafiro! ¡Verifiquen ya que no haya salido de la casa! Por favor.

—Keelan la niña debe estar durmiendo, ¡no le puede haber sucedido nada dentro de la casa! —Camila tiene razón, así que abro la aplicación en mi teléfono y su chip indica que ella está en la casa, ¡ya la en