—Lo acabas de decir —Maylene cierra los ojos, y los abre dándole a su vista el pecho cubierto de Declan—, “existió.” Ya no existe más un “nosotros” —y gira el rostro—, y no fui yo quien lo terminó…—alza las cejas rápidamente para enfatizar—, nunca fui yo.
Declan no se contiene. Suavemente gira el ro