Da el primer paso tragando saliva.
—Estamos juntas —le murmura a sus niñas—, nadie nos separará ahora…
—Eso tenlo por seguro —la voz de Kieran es lo último que quiere escuchar así que aprieta la mandíbula—, haz lo que digo y nadie saldrá herido.
—Le disparaste a tu propio hermano —Maylene lo encara,