Estando afuera, debo admitir que Eric, logra con su estilo único, hacer que salgamos de forma discreta de la mansión Connor. Y admito que el proceso ha sido divertido, sus ocurrencias tienen ese efecto en mí, que me hacen reír con facilidad, cómo si por un momento pudiera olvidar el peso que llevo siempre encima.

— Te haré una pregunta — asiente — ¿Cuál es la diferencia entre un gelato y un helado? — una sonrisa traviesa se le dibuja en el rostro con mi pregunta y eso quiere decir que ya empieza a conocerme demasiado bien.

Abre los ojos como platos, exageradamente con gracia haciendo que me ría mucho más de sus gestos teatrales.

— Eso es típico de una norteamericana cómo tú — se burla de mí — No todo son hamburguesas y pollo frito, bella mía — ruedo los ojos — El gelato es arte frente a un helado convencional — me rio cuando usa ese acento italiano muy, pero muy exagerado.

— ¿Tú no eres estadounidense?

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