Estaba entre cauteloso y sorprendido mientras observaba, listo para comenzar a pelear como el infierno nuevamente a la primera señal de que iba a lastimarla.
En cambio, apoyó su gigantesca cabeza en su hombro e inhaló. Ella también lo abrazó.
La mujer estaba loca. Jodidamente loca.
Pero-
Antes de que pudiera reaccionar, bajó los dientes hasta el lugar donde su hombro se unía con su cuello y mordió.
Ella inhaló con fuerza mientras él perforaba la piel.
Le rugí de nuevo, intentando recuperar el control antes de que pudiera hacerle más daño, pero él llevaba las riendas. Y después de tanto tiempo en su jaula, era más fuerte que yo.
En lugar de desgarrarle la piel, la liberó con cuidado.
Y lamió la herida.
Ella se rió.
Se rio.
De nuevo.
Nova había perdido oficialmente la cabeza.
—¿Quieres reclamarme, grandullón?— bromeó.
Él lamió su herida con énfasis, luego la golpeó, como si ella hubiera olvidado que estaba allí en los dos segundos desde que sacó los dientes de su piel.
—Es una buena mar