Madison James
Despierto por el ruido de un helicóptero que sobrevuela cerca, y no veo a imbécil de Rio por ningún lado, esto es un maldito secuestro ¡por lo que voy a escapar como sea! A la primera oportunidad.
Con cuidado me bajo del sofá a donde he estado toda la noche, no puedo afincar mi pie en el suelo, por lo que avanzo saltando sobre uno solo pie, abro la puerta y grito—¡ auxilio!— como una loca desesperada, el helicóptero termina de descender y yo salga de la maldita casa como puedo, esta como a cincuenta metros de mi.
Nadie baja, cuando llego cerca, baja una mujer preciosa morena de ojos claros y cabello negro con una sonrisa y detrás de ella, Rio, todas mis esperanzas se fueron al caño no tengo esperanzas de que le ayuden a escapar.
—Está loca, debes cuidarte de ella, mira en las condiciones que salió de la casa. — Le dice Rio, y trae la mano vendada, no pensé que le hubiese hecho gran daño.
—No se preocupe señor, ella no podrá conmigo. — Dice hablando de mí, como si no est