Rio Li
—Damián no dice nada, y tiene la vista perdida en el mar.
No puedo estar triste por él, porque solo uno de los dos podía quedarse con Madison que va pegada a mí como una garrapata buscando seguridad y calor, y por el otro lado esta Marco también abrazándome, yo llevo a Aurora en mis brazos aunque me duele un poco, nada ni nadie va a hacer que la suelte, casi no he compartido con ella, y ahora está completamente dormida y más grande de la última vez que la vi.
—Me hiciste mucha falta. — Gimotea Madison, y yo le doy un beso en la cabeza, esta demacrada, se ve que la ha pasado mal.
—Cuando llegamos al muelle, Damián se queda en la embarcación— No vemos luego. — Dice serio sin voltear.
—Gracias por venir a rescatarme. — Susurra Madison y el asiente sin decir una palabra.
— ¿Nos veremos algún día?— Sigue preguntando ella, y yo quisiera que dijera que no, pero él responde—Tal vez. —
Tengo todo lo que nunca soñé, o tal vez si lo soñé pero me sentía culpable al atreverme a hacerlo, des