Ángela se pone de pie y empieza a caminar de un lado a otro nerviosa, su rostro reflejando sorpresa y confusión.
— Casarnos... ¿o sea, casarnos? — repite, como si intentara procesar la idea. — Casarnos con anillo, en una iglesia, unirnos en matrimonio, que un padre nos dé la bendición, tener invitados, una fiesta de matrimonio, luna de miel... y todo lo que incluye casarnos.
Nikolai se ríe desde la cama, disfrutando de la reacción de Ángela.
— Sí, todo lo que conlleva casarnos — confirma.
Ángela sigue caminando, su mente en un torbellino.
— Yo pensé... no, no entiendo — dice, intentando clarificar sus pensamientos. — Pensé que lo del matrimonio era solo para sacar de quicio a James, pero casarnos de verdad... yo no sé.
Nikolai se levanta y se acerca a ella, tomándola de los brazos.
— Cálmate, Ángela — dice, su voz suave.
Ángela se detiene, mirándolo con ojos amplios.
— Es que casarse por la iglesia es algo para toda la vida — explica. — Me parece... tonto, pero creo en eso. Y además,