Dafne sentía un rencor profundo hacia Ivory Cloe. No podía soportar cómo ella, siendo hija de una empleada de limpieza y un jardinero, había logrado ascender hasta la cima. Y ahora, cuando pensaba que la habían humillado para siempre devolviéndola a donde permanecía sin un centavo. No solo eso, no había sucedido, sino que además Ivory se había casado con Ilán Makís, el codiciado millonario anhelado por todas las damas de la alta sociedad, incluida ella misma.
A pesar de haberla mandado a la cárcel, Ivory había emergido de su calvario con una posición aún más envidiable que antes del complot para despojarle de su fortuna. Las entrañas de Dafne se retorcían al ver cómo Ilán, a quien había intentado impresionar, había caído rendido ante la belleza de Ivory. Era evidente que entre ellos había surgido un