~Alex~

Volver a ver a Analía después de nuestra conversación tan llena de verdad no fue tan agradable, menos sabiendo que me rechazó, me gustaría odiarla, pero no puedo hacerlo.

Lo del hospital no fue nada agradable, preferí salir y dejarla con mi hermano, no quiero que se ponga mal por decirle todo lo que pienso, tengo rabia en su contra.

Miro mi reflejo en el vaso de whisky, llevo más de un trago desde que llegué a la oficina, me hacían falta para relajar el cuerpo. Le subo a la música para no escuchar que nadie me venga buscar, me estoy odiando, esto me pasa por creer por un segundo que podía amar a alguien, qué estupidez tan grande.

Estoy tan sumergido en el dolor que reacciono al sentir que se apaga la música, no había sentido los pasos de nadie entrar.

—¿Piensas dejar a todos sordos con esa música a todo volumen? Bájale, ¡por Dios!

Mariana se cruza de brazos mientras me mira.

La muy estúpida se alejó tanto de mí que asumí que ya no teníamos nada, sentí un gran alivio, ya no la