~Analía~
—¿Dónde estabas metida? Llevas semanas perdida, te he llamado, te he ido a buscar a tu departamento y nada.
Me reclama Tomás en un tono de voz enojado.
Llevo semanas tan ocupada y sumergida en los problemas de Alex que me había olvidado por completo de Tomás, eso es demasiado egoísta de mi parte, pero a veces hasta pienso que ya no hay una relación entre nosotros, la distancia ha hecho estragos.
—¿Te vas a quedar callada, Analía? No sé qué está pasando contigo.
—Perdón por estar lejos, he estado con Alex por lo de la muerte de su madre, la ha pasado mal y me parecía terrible dejarlo solo.
Me queda viendo con una obvia expresión de confusión.
—¿Desde cuándo te sientes terrible por verlo mal? ¡Ese hombre arruinó tu vida! —le pega con la mano abierta al escritorio—. Parece que se te está olvidando que tú y él no son amigos, Morris arruina todo lo que toca.
—Su madre está muerta, ¿podrías entenderlo?
—Me da igual su madre, seguramente la mataron por su culpa, no tengo que sent