~Analía~
Las lágrimas mojando mis mejillas son la prueba de todas las heridas que tengo por sanar y de todo lo que estoy sintiendo ahora que le he confesado la verdad a Mariana, por fin sabe que somos hermanas, sigue en shock, pero yo no puedo seguir lejos de mi familia, los necesito.
—¿Cómo es que eres Carla? No es divertido que juegues con lo que siento.
—No estoy jugando, no morí como todos piensan —hablo, con suavidad—. Estás en tu derecho de no creerme, pero soy yo… soy tu hermana…
Niega con su cabeza, tratando de entender lo que le digo.
—Yo he hecho tu vida miserable desde que apareciste, he buscado cada oportunidad para lastimarte, he querido verte arrastrada ante mi. ¡Yo te he odiado! —se suelta a llorar sin poder contenerse, trato de acercarme y retrocede con sus manos en alto—. Yo he sido una maldita contigo, quizás por eso me quieres hacer creer que eres mi hermana.
—Podemos ir y hacernos una prueba de ADN, vas a ver qué es verdad. Soy esa hermana con la que solías correr