~Alex~
—¡Keylin, abre la maldita puerta!
Toco apresurado la puerta, sintiendo el ardor en mis puños, la maldita me las tiene que pagar.
—¡Abre la puerta o la tumbo!
Sigo tocando lleno de descontrol, hasta que abre envuelta en una bata de baño, la agarro del cuello antes de que hable y la pego contra la pared, viendo cómo su cara se pone roja por la falta de aire.
Clava sus uñas en mi piel haciendo que la suelte, trata de darme una cachetada y se la doy yo, logrando que caiga al suelo, está saliendo sangre de su boca.
—¡¿Qué demonios pasa contigo?!
Me grita, en cuanto me agacho y la agarro del cabello.
—Me estás lastimando, Alex…
Veo la cara de dolor cuando aprieto el agarre en su cabello, trata de que la suelte y lo hago.
—¿Me explicas qué está pasando por tu cabeza retorcida? —hablo, pegándole en sus mejillas—. ¿Mmm? Habla.
—No sé de qué hablas, pero suéltame.
—Ah, no sabes.
Saco las fotos y la carta de mi bolsillo, se las tiro en la cara para que recuerde de qué hablo. Se queda