Peter sonrió con tristeza, no hizo falta decirle algo al respecto.
—¿George?
—En el bufete.
—¿El consorcio?
—Me tomé el día... ¿Qué harás, Peter? —le preguntó al verlo ponerse de pie y dirigirse rápidamente hacia el pasillo de habitaciones.
—Tengo que hablar con ella. —Y desapareció rellano