Como a Jessica Medina no le gustaba ser manipulada, le dio largas al asunto del retorno el mismo día de la fiesta de compromiso de su hermano a San Francisco. No lo iba a negar, se había sentido lindo ver a Bruce confabulando con los demás para obligarla a estar presente. Joaquín tenía razón: una cosa era William Ward y otra sus hijos… es decir, sus hermanos.
Sin embargo, todos debían aprender una lección, en especial Bruce Ward, y era que ella podía compartir parte de su material genético, pero no significaba que iba a responder con docilidad solo porque el moreno frente a ella era su hermano mayor.
Frente a él hizo un par de llamadas, más que nada contactando a sus amigos y conocidos que le ayudaran a alquilar un jet privado de último minuto. Algo imposible.
A medida que veía la desesperación creciendo en los ojos grises de Bruce, más se diver