Kaplam. . .
La embisto con fuerza por última vez y siento que su cuerpo se retuerce de placer bajo el mío, cierro los ojos dejándome arrastrar por las sensaciones que produce el orgasmo y sin poder sostenerme más, me desplomo sobre ella. Malena me abraza y siento su corazón tan desbocado como el mío. Después de unos minutos, mi respiración empieza a regularizarse y me ruedo para quedar a su lado.
-Eso ha sido. . .increíble- dijo Malena con voz entrecortada.
-Así es- respondió el, con la cabeza llena de imágenes sobre Susana. ¿ por qué diablos no podía sacarla de su cabeza ni siquiera cuando su cuerpo reposaba al lado del exquisito cuerpo de Malena.
-¿Han sido ideas mías o estabas castigándome por algo?- inmediatamente me giro y la observo a los ojos- me encanta el sexo salvaje hermoso, no me malinterpretes, pero hoy. . . .Digamos que has sido más brusco de lo normal. Me ha dado la impresión de que me estabas dando un castigo.
Un castig