Mientras se besaban, Ulrich la sostuvo firmemente, profundizando el beso. Sus manos se movieron hábilmente, explorando la familiaridad del cuerpo de Phoenix, pero con una pasión renovada. Phoenix suspiró contra sus labios, sintiendo la fuerza del deseo y del amor que compartían.
El beso se volvió más urgente, más necesitado. Ulrich la agarró por las caderas, acercándola más, y Phoenix arqueó la espalda, rindiéndose a su toque. El agua de la bañera se agitaba levemente con sus movimientos, pero ninguno de los dos parecía notarlo.
"Sabes que te amo, Phoenix", murmuró Ulrich entre besos, su voz ronca de deseo.
"Lo sé", respondió ella, los ojos cerrados mientras disfrutaba de la cercanía. "Pero necesitamos resolver esto. No quiero ninguna sombra entre nosotros."
Ulrich asintió levemente, pero no se detuvo.
"Lo resolveremo