Ocho años después.
Alice entró en el despacho de su padre y lo vio sentado frente a la venta, taciturno y preocupado.
—¿Papá? ¿Estás bien? —le preguntó acercándose.
—¡Hola mi vida! ¡Qué temprano saliste de la universidad! —le sonrió Nick, abrazándola—. Pensé que tenías examen final.
Alice había