—¿Tú dejaste este teléfono en las mochilas de Alice? Entonces… ¿Tú le disparaste a mi padre?
Samuel lanzó un gruñido hosco. Sabía que aquello le daría problemas tarde o temprano.
—Bueno… ya sabes de lo que soy capaz, así que te aconsejo que me des lo que quiero si es que deseas recuperar a tu moco