—¿Por la pared? —preguntó James.
—Hasta una de las ventanas, sí señor —contestó Aaron sin inmutarse.
—¿Desarmado? —insistió James.
—Incluso una bala de goma puede matar a un bebé —le explicó él—. Es un riesgo que no podemos correr. Pero no se preocupe, vamos a sacar a todos de ahí a salvo. Solo t