Rex sonrió con cierto alivio y luego suspiró.
—OK, OK, regreso. ¿Cuándo llega?
—En una semana. Vamos a ir todos al aeropuerto a recibirlos, con los globos, la música y el alboroto, así que ven lo más pronto posible. ¡Si te pierdes esto te juro que te voy a hacer vadú, Rex!
—¡Vudú, tarada!
—¡Eso