—Tú ensúciame sin pena —respondió Abby alargando la mano y el tipo la estrechó con un ronroneo.
—Connan —se presentó.
—¿Como El Bárbaro?
—Peor que él —se rio el hombre y Rex estaba a punto del colapso. La había llevado para resolver su problema y ella estaba coqueteando descaradamente en sus nari