—¿Estás listo para esto? —le preguntó ella con una sonrisa pícara, y Rex sonrió antes de morder suavemente sobre su sexo, haciéndola estremecerse.
Abby sabía exactamente lo que quería, y él estaba dispuesto a dárselo.
—¡Mmm, sí! —suspiró mientras él la acariciaba.
Se arrodilló ante ella, abriendo