—¡Nathaaaaaaaannnn!
Aquel grito hizo que Nathan corriera escaleras arriba desesperado, porque solo podía significar una cosa.
—¡Se adelantó! —gritó Meli y él miró el pequeño charquito de líquido que había sobre la alfombra entre sus pies—. ¡El bebé se adelantó!
Corriendo a su lado, Nathan trató d