—En esta talla, una muestra de todo lo que tenga —dijo entregándole una tarjeta—. Llame a ese teléfono y dé su número de cuenta, le pagarán y le darán la dirección de envío. Gracias.
—¡No, Nathan!
Y como estaba visto que ella no iba a ceder, Nathan le dio la vuelta y se la echó al hombro, entró a la