Aisar se dirige a buscar a Larisa, mientras que la loba está mirando el atardecer en aquel bello claro, en dónde siempre solía ir con Aisar a jugar cuando eran pequeños, cuando escucha pasos y se gira abruptamente para darse cuenta de que es Aisar quien se acerca y ella se sonroja en el acto al verlo.
-Aisar…
- ¿Qué haces sola en este lugar? Ya no puedes salir a dar paseos como antes…
-Yo, solo quería tener un bonito recuerdo antes de marcharme con Mijaíl y los vampiros – dejando que sus ojitos se llenen de lágrimas
Aisar se acerca con cuidado y seca aquellas lágrimas que amenazaban con salir de los ojitos de Larisa, y simplemente la abraza, Larisa rompe en llanto y corresponde el abrazo…
-No quiero irme…
-Yo tampoco quiero que te vayas – levantando el rostro de Larisa – por eso debo hacer esto antes de que me arrepienta
- ¿Eh? – y no puede seguir hablando pues es besada por Aisar
El beso sube de intensidad, mientras que ambos lobos se apresuran a despojarse de sus ropas, hasta quedar