Capítulo XIX...
- ¡Eso no es cierto! ¡mi mami y mi papi!
-Tu madre era una loba dorada…y por eso necesitábamos su sangre…
- ¡Cállate! – tapando sus orejitas
-Tu padre no quiso entregarla por las buenas, por eso murió…
- ¡No es cierto! – empezando a llorar
-Y tú pequeño cachorro – sonriendo de modo siniestro – eres un lobo dorado
- ¿Eh?
-Cuando sea la noche y la luna este en el centro del cielo, tú serás el primero en morir – marchándose en medio de una risa siniestra
-Ed… ¿Qué vamos a hacer?
-No vamos a temer – secando sus ojitos – mi hermano y Luci vendrán por nosotros
Los cachorros apenas asientan…
….
-Arthur
- “¿Qué pasa?” – mientras corre por entre el bosque mientras es seguido por los lobos de su manada
- ¿Crees que podremos salvar a los cachorros?
- “Tenemos que hacerlo, no solo son los cachorros de la manada de Caín, son nuestros cachorros”
-Concuerdo contigo – viendo como Lucina corre y se coloca a su lado – ¿Qué pasa Lucina?
- “Los cachorros están al norte de las montañas”
- ¿Cómo lo puedes