POV: DAIMON

Hamissa apareció frente a nosotros, sonriendo como si estuviera ante un trofeo. Inclinó la cabeza en señal de respeto, pero su olor no mentía. Ansiedad. Excitación. Deseo.

Las garras de Fenrir se clavaron desde dentro. Quería destrozarla. Yo también.

—Alfa —sonrió, atrevida—. Es un honor demostrar mi valor… y, quién sabe, disfrutar de un momento a su lado.

Su tono nos irritaba, su mirada, su olor… aún peor. Todo en ella nos provocaba repulsión.

—Si la vences —dejé claro, gruñendo. La voz salió más baja, más densa, cargada de furia contenida.

Fenrir rugía dentro de mí. Con mucho esfuerzo, contuve el impulso de destruir a la loba frente a mí con mis propias manos. Ella no tenía idea de cuán cerca estaba de la muerte.

—Con todo respeto, Supremo —Hamissa alzó el rostro, los ojos entrecerrados, desafiantes—. Ella es solo una humana.

“Solo una humana…”

Fenrir rio dentro de mí, un sonido oscuro y arrastrado que se deslizó por mi mente con un placer enfermizo.

“Esto va a ser inter