Mundo de ficçãoIniciar sessãoPOV: SAVANNA
— Acabas de hurgar en el ego del rey Lycan — refunfuñó mi loba, inquieta—. Y todavía no has salido corriendo. Felicitaciones por tu valentía. O por tu estupidez.
Jadeé. Mi pecho subía y bajaba a un ritmo demasiado rápido. El calor de la vergüenza mezclado con el frío del miedo me hacía temblar discretamente. Y lo odiaba.
— Entonces sabes quién soy — gruñó Airys, firme, con los brazos cruzados y la barbilla ligeramente alzada. Apoyó su espalda contra el pecho del Alfa con naturalidad, como si ese fuera el lugar al que pertenecía. El contraste entre su toque sutil y la tensión en su mirada me hizo estremecer—. ¿Por qué actuaste como si no lo supieras?
— No conocía su apariencia, Luna — respondí con la voz debilitada, per







