POV: SAVANNA

Mis ojos se abrieron de par en par. El impacto fue inmediato. Su mirada se posó sobre mi cuerpo y recorrió cada centímetro sin prisa. No era deseo. Era juicio. Era dominio. Y eso me golpeó con tanta fuerza que mis músculos se trabaron. Mis hombros se encogieron por reflejo. Sentí un escalofrío denso subir por mi columna, y mi cuerpo se estremeció sin control. El miedo se filtraba de mí, escurriendo por mis poros. Él podía sentirlo. Todos allí podían.

"¡Deja de temblar!" gruñó mi loba con desesperación. "No le muestres debilidad a ese tipo de macho. Él no respeta eso."

— ¿Y por qué ella huele a Raiker? — completó, con un leve fruncimiento de labios que dejó claro que ya sospechaba la respuesta. O peor: sabía exactamente lo que estaba insinuando.

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