POV: DAIMON
“Entonces deberías haber guardado a tu amiguito en los pantalones.” Fenrir rio, sarcástico, y fue imposible no lanzar una mirada hacia abajo.
No estaba equivocada.
Solo de pensar en esa pequeña conejita atrevida, desafiante y deliciosa, mi cuerpo reaccionaba como si aún me estuviera provocando allí mismo. La sangre hervía en mis venas. La piel se erizaba. El miembro palpitaba duro, latiendo con necesidad. El lobo rugía dentro de mí, queriendo abrirse camino de nuevo hasta ella, sujetar su cintura, morder su cuello y hacerla recordar lo que significaba pertenecer.
“Medias verdades, medias emociones, joven Alfa.” Su tono era burlón, pero cargaba la ferocidad de quien no acepta mitades.
— Yo no miento. — respondí entre dientes, gruñendo.
Fijé la