—¿Qué le pasa a Chloé? —pregunto a mi madre que era la única que se había quedado en la habitación donde estaba, ya que Mario salió detrás de ella.
—No te preocupes, hijo, ahora tienes que sanarte y todo volverá a la normalidad.
¿Sanarme?, pero ¿cómo es posible eso cuando ella es la razón de querer recuperarme?, ella es la que abre mis heridas y las sutura con tan solo una mirada.
—Solo llámala, madre necesito de ella—le pido y ella asien