Capítulo XXXI: Amarse en Silencio...
Mientras en el antiguo Egipto
- ¿Qué opinas de esta tela Amsi? Creo que va bien con tus ojos – sonriendo
-Kristen ya has comprado mucho, el faraón se puede enojar – sonrojado
-No lo creo, vendí las joyas que me ha dado y con eso puedo darme estos gustos – sonriendo – Anat ¿no quieres algo?
-No para nada Kristen – sonriendo
-No me convences, por favor dame estos tres turbantes – dirigiéndose al comerciante – bien Anat con esto podrás estar en las dunas del desierto sin quemarte, lo mismo para Amsi, también dame estos turbantes son para la dama que viene conmigo
-Kristen el faraón se va a enojar –sonrojada
-Pues solo se enojará conmigo – sonriendo – vamos todos – toman todas las cosas y se dirigen al palacio real
-Kristen ¿Por qué compraste todo esto?
-Porque no quiero deberle nada al faraón – sonrojada – además es un gusto que quise darme en dos lunas cumpliré veinte años
-Que bien – sonriendo – por ser una noble de alto rango se te hará una fiesta de cumpleaños
-¿Tú crees?
-Claro que