En el antiguo Egipto
-Kristen, Kristen despierta – Kristen despierta y talla sus ojitos – tienes que arreglarte
- ¿Ya es hora? – preocupada
-Si Kristen en unas horas llegarán los nobles y gobernadores de las provincias tienes que estar presentable
-No quiero hacer esta ceremonia, no quiero – en ese momento entra Khalid – sumo sacerdote
-Kristen, ¿Por qué te estas echando para atrás?
-Porque, mañana Amenemhat parte hacia Kadesh y no quiero que se vaya – llorando
- Kristen mírame, tu deber es mantener el orden mientras su alteza lucha en el campo de batalla, sé de lo que sientes por él, pero desde hoy dejas de ser una mujer corriente y serás una diosa en la tierra, ahora seca esas lágrimas, antes de que el faraón te vea
-Está bien –secando sus ojitos
- Ten esta compresa colócala en tus ojos, ya traje tu desayuno caldo de pescado, avena endulzada con miel, jugo de granada y queso de cabra –sonriendo– y para Hemsut traje perca del Nilo sin abrir
- Bien quiero estar deslumbrante ¿Qué me ha