— Bebemos - reforcé en plural. — ¡Disculpa, el sabor es terrible!
— Mis ancestros… — Elara suspiró. — Claro que el sabor es horrible. ¿Quién les dio esto? - Miró a su alrededor, buscando al culpable.
— Bueno, el Alfa lo robó de uno de tus camareros, y bebimos - confesé avergonzada.
— Esto era un elixir - Elara se frotó las sienes. — Tomará tiempo hacer efecto, probablemente lo suficiente para que participes en el ritual.
— ¿Elixir de qué, vieja bruja? - gruñó el Alfa impaciente, acercándose peligrosamente a la anciana. — ¡No sentí ningún peligro en la bebida!
— ¿Por qué no es peligroso? - Elara se encogió de hombros.
— Entonces, ¿qué es? - Rugió el impaciente Lycan, llamando la atención de todos a su alrededor.
— Elixir del amor… — Susurró avergonzada - Se usa para potenciar…
— ¡Ya sé para qué sirve! - Harvey la cortó abruptamente.
— No sé… ¿Cómo es un elixir del amor? - Pregunté, confusa, mirando las expresiones de ambos.
En la especie de las brujas, mejora nuestros sentidos, nos hac