Me quedé completamente inerte y sin saber que narices decir, solo me preguntaba ¿quién había escrito eso y más en un periodico nacional.
— ¿VANESSA?¿qué haces aquí mujer y sola? — escuche la voz de Roy, un antiguo compañero de la universidad donde yo iba, cuando vivía con mis padres
— !! ROY ¡¡ qué alegría volver a verte ¿cuándo has llegado? — pregunte
— Me voy hoy, mi padre me necesita, pero dime qué haces aquí sola ¿y tu esposo, dónde está? — pregunto
— No lo sé, Roy oye ¿me llevarías contigo por favor? – suplique
— Claro que sí mujer, ¿pero dime es verdad lo que dice el periodico, que hay divorcio inminente? – pregunto
— No me lo quería creer, pero supongo que es cierto, — le dije cabizbaja
— Venga vámonos, mi coche ya está aquí, — me dijo Roy, cogiendo mi equipaje, marchando los dos hacia el aparcamiento
Roy, tenia veintidos años, de pelo negro muy bien cortado, con un color verde de ojos, que te decian sin hablar lo que el deseaba de ti, haciendo que el cuerpo ya no fuera tuyo