Capítulo cuatro
Una voz en la oscuridad
*Stella Di Lauro*
Resoplo exasperada mientras aparto la bebida de colores. No me gustan los cócteles. De hecho, no me gusta ninguna bebida alcohólica aparte del vino.
Y esta que Adriano me ha obligado a probar ¡Dios! Es la menos pero, pero igual de horrorosa. ¿A quién se le ocurre ponerle "sexo en la playa" a una bebida?
«A alguien bastante ebrio y hormonal», responde mi fuero interno y por primera vez en la última hora, sonrío.
Como era de esperar, mis hermanos han ido a divertirse mientras yo me quedo en la mesa como pez fuera del agua.
Sí, soy una asocial, sosa, aburrida al contrario de ellos y no lo niego. Sin embargo, me siento c