Capítulo cuarenta y uno
Estoy en problemas
*Cassandra Reid*
Sus manos se encuentran sobre mi espalda baja mientras literalmente, me devora viva.
«Podría castigarte mil veces de esta forma... y recompensarte otras mil»
Sus labios se trasladan a mi yugular y succionan sin contemplaciones hasta dejar la marca del deseo arraigada en lo más profundo de mi piel.
«En cada una de ellas me aplaudiría a mí mismo por haberte hecho mi esposa»
Las palabras retumban en mi cabeza en tanto ataca mi punto más sensible con pequeños azotes que me hacen gritar a viva voz. No podré aguantar mucho tiempo más.
«Voy a perseguirte, Cassandra Di Lauro, por todos los mundos para que nunca dejes de ser mía, una y otra y otra vez»
Entra en