Capítulo cincuenta y nueve
Una segunda boda
*Cassandra Reid*
Entrelazo nuestras manos en busca de darle un poco de confianza y le dejo tomarse su tiempo para responder.
De todos los escenarios que imaginaba, este jamás se me cruzó por la cabeza.
—Me hice un examen de "ADN"... —confiesa por fin—, pero nunca me atreví a leerlo. Hasta el día de hoy permanece intacto, guardado bajo llave. En ese tiempo, me negaba a saberlo. Lo perdí todo, Cassandra y mis hijos fueron el ancla al cual me sostuve para continuar. A pesar del extraordinario parecido con su madre, Ella descongeló mi alma con una simple mirada. Para mí era mi hija y punto.
Aprieto el agarre sobre su puño para darle fuerzas.
»Fue la mayor víctima de la situación. Tanto mis hijos como yo fuimos heridos y aprendimos a sanarnos entre los tres.
Y bueno, aquí está. Sí se pudo. Ya solo falta el epílogo mis amores. Muchos besos y muchas muchas gracias. Espero que cumpla vuestras expectativas.