POV Amet

—¿Quién más vive con ustedes?

El silencio pesa. Siento el nerviosismo en la mirada baja de Layla, en el parpadeo rápido con que evita verme, en esas manos temblorosas que se aferran al borde de su falda como si así pudieran sostenerla.

—Mi tío Carin —responde Ahmad, con la voz firme, aunque un brillo de duda asoma en sus ojos.

Un frío me recorre la espalda.

—¿Carin Otan… el hermano mayor de Jamal? —pregunto, la voz cargada de furia e incredulidad.

Carin fue uno de mis primeros sirvientes fieles. Tras casi veinte años a mi servicio, me pidió su libertad. Se la concedí y le otorgué un puesto en el mercado, premiando su lealtad y asegurando que pudiera subsistir sin pasar necesidades.

Layla asiente con un movimiento apenas perceptible.

La rabia me golpea de golpe, un torbellino que me arranca el aliento. El corazón me late en los oídos como el aleteo frenético de un halcón a punto de caer sobre su presa.

—¡Ese hijo de putâ me ha visto la cara todos estos años y nunca fue capaz d