Capítulo 37
—¡No!
Se acercaron a paso lento, torturándome.Estaba por colapsar, mi cuerpo no recibía el aire correctamente y mi mente comenzaba a dar vueltas. Tenía de nuevo esos ataques de ansiedad. Y no quería volver a caer, pero me era inevitable. Desesperada por alejarme de ellos y sus voces que sólo repetían lo mismo, retrocedía. Mi espalda chocó contra la pilastra, gire y me encontré con el arma Blanca de la ceremonia. Querían… que yo… me…
—Hazlo, es la única opción…
Christian susurra cerca, se estaban acercando y no quería eso.Esquive la pilastra y comencé a correr lejos de la plaza. Sus risas estruendosas me hicieron caer, porque me daba pavor sólo pensar que me seguían con el rostro contraído en horror o locura. Mis ojos volar