Llegamos una hora tarde de lo que habíamos planeado pero eso no fue impedimento para que aprovecháramos el tiempo y fuéramos a esquiar. Pasar tiempo con ellos me hizo olvidar un poco todo lo que estaba pasándome.
Me dije a mi misma que tenía que guardar la calma y disfrutar de los pequeños momentos y por esa semana no iba a pensar en nada más que no sea en mi felicidad.
La vista que teníamos desde nuestra cabaña era hermosa, desde que entré a la habitación fue lo primero que noté. Había una pequeña terraza con chimenea, jacuzzi y un lindo lugar para hacer una fogata.
―¿No vas a venir a la cama?.―me abrazó por la espalda mientras estaba contemplando la vista desde el balcón y sonreí por sus dulces besos.
―Es muy hermoso este lugar.―suspiré acariciando sus brazos que rodeaban mi cintura.―La vista es maravillosa.
―La vista es perfecta...―dijo mirándome a mi fijamente y me eché a reír sintiendo como me sonrojaba.―¿Haz visitado Islandia?.―negué y él sonrió.―De noche se pueden ver las a