Capítulo 3

—Te equivocaste de mujer —hablo en tono burlesco—. No soy mujer de dominio y si piensas que solo por estimularme o solo por provocar mil de orgasmos piensas que tienes derecho hacia mi persona —exclamé furiosa.

—Te demostraré con hechos cada palabra que te he dicho —mi respiración entrecortada al ver el diafragma que se mueve irritado, siento su cuerpo rígido, y que emana oleadas de tensión.

—Soy yo, la que te demostraré que tú no eres nadie para controlarme o sumisarme —pone un dedo en mis labios y niega con la cabeza, acompañado con una sonrisa sarcástica.

—Esto no se queda aquí Adara —me petrifica con la mira. Da media vuelta y sale azotando la puerta.

Ryan sale hecho una furia y todavía no puedo comprender. ¿Por qué? Me dejo caer al suelo, estoy atónita y procesando todo lo que acaba de ocurrir en estas cuatro paredes. ¿Quién es él? ¿Qué es lo que quiere? Es más que obvio que tiene una relación íntima con Kiara.

Oohh… ¡Por Dios! Kiara. ¡He traicionado a Kiara! Maldita sea… Cómo pude hacerle esto a mi mejor amiga, sea lo que sean ellos, no debí permitir que él se atreviera a tocarme, primero está mi amiga y después la sed carnal, la culpabilidad se adueña de mi ser y mi corazón se estruja, mi conciencia me recalca una y otra vez lo que acabo de cometer, es una total inmoralidad, mi mundo se derrumba y no sé que llegue a pasar si ella se entera. ¡Oh por Dios! El maldito destino me está haciendo una mala jugada, me lo puse enfrente y  yo como estúpida me ilusione con algo que nunca fue y será mío.

—Adara, necesito que salgas, llevas mucho tiempo en ese baño —escuchó gritos por el otro lado de la puerta. ¡Santo cristo! Es Kiara, empiezo a tener pánico y mis nervios fluyen provocando la sensibilidad en mis ojos, se me hace un nudo en mi garganta que me impiden decir una vocal.

Me reprimo las lágrimas y me levanto antes de que Kiara intente entrar a la fuerza, tomó la toalla y me la coloco para cubrir partes de mi cuerpo o mejor dicho lo más importante.

Abro la puerta y veo una Kiara con ojos de preocupación, y mi culpabilidad y mi conciencia nuevamente se hacen presente, siento miles de pinchazos en mi corazón, y la verdad que la traición no tiene perdón de Dios. Soy una de las primeras que no perdonan la traición o que no están de acuerdo con el perdón, pero no me ayuda mucho mi mala suerte porque ya soy una de las primeras que traicionan sin pudor, traicionando una amistad por un hombre que ni conozco.

—Me encuentro bien, lo que pasó es que perdí la noción del tiempo —me excuso, pero sin mirarla a los ojos, sinceramente no tengo el valor de mirarla.

—Tenemos que hablar —exclamó  con sequedad.

—Como quieras… Kiara —murmuró.

Me hago a un lado y caminó a zancadas hasta llegar a la habitación sin ver a los lados, a como puedo abro la puerta y sin pensarlo la cierro, me apresuro a buscar mi pijama porque está más que claro que no saldré, primero porque es tarde y segundo porque no tengo ánimos de hacer nada más que llorar y arrepentirse de lo sucedido. No puedo evitar sentirme mal, pero tampoco puedo cambiar algo.

—Me iré Adara —¿Qué? Veo a Kiara entrar a la habitación.

—No jodas Kiara —termino de vestirme y me acerco a ella.

—Lo decidí hoy y no hay vuelta atrás. Quiero que sepas que siempre estaré para ti —¿Será posible que tengo demasiada cera en mis oídos? O es que me he vuelto sorda de la noche a la mañana.

—No te detendré si eso es lo que piensas que haré, tú estas en todo tu derecho de hacer y deshacer con tu vida lo que se te dé la regalada gana —le hable secamente. 

No pretendo rogarle porque es un bien para ambas, porque no se me olvida lo que acabo de hacer.

—No olvides cuanto te quiero Adara —musita.

—No lo olvido Kiara. De corazón, deseo que te vaya súper bien —ella se me abalanza y me da un abrazo fuerte.

—Quiero que uses muchos preservativos, no quiero saber que pronto seré tía —bromea con un tono cariñoso.

Me separo de ella y veo que se lagrimean sus ojos, no permito que derrame una lágrima porque no me lo merezco, la he traicionado y tengo que pagar por lo que he hecho, me tomo muy apecho esto porque los principios están primero, de solo recordar se me hace una punzada en el corazón. Kiara me tomó de la mano y me sacó de la habitación a empujones, le agradezco al universo que estoy vestida con algo decente y no con una toalla que solo cubría mis partes.

Una vez fuera de la habitación me detengo en seco al ver frente de mis ojos la encarnación de mi perdición en persona, sus ojos se conectan con los míos, su mirada es tan penetrante que logra desnudarme intimidarme a la vez. Kiara me deja en la vereda y se lanza a los brazos de su amado o lo que sea él para ella. Kiara entrelaza sus brazos en el cuello de él y sin ningún pudor lo empieza a besar lentamente y apasionadamente. 

¡Auch! Eso me dolió, siento como mi corazón se estruja, ¡mierda! ¿Por qué tengo este maldito sentimiento? ¿Por qué me duele verlos muy acaramelados? Sinceramente no tengo por qué sentirme mal, él es un desconocido para mí. Me quedo perpleja y como una estúpida me quedo viendo algo que no me concierne, me rehusó a llorar o permitir que mi corazón sienta dolor por algo que no es mío, él no es nada mío y tampoco soy de las personas que van por la vida recogiendo migajas tras migajas.

Maldito ¡KARMA! Era obvio que el universo y el destino me regresan de un solo golpe la traición. Inhalo y exhalo, inhalo y exhalo. Tengo que ser consciente de que solo lo he conocido por unos minutos y no por meses como mi dulce amiga lo ha hecho. Kiara se separa de él toda apenada, ya que hasta ahora notó que yo estaba presenciando todo.

—Perdón Adara, sé que soy imprudente y una mala educada —musito.

—Comprendo y no hay ninguna necesidad que te disculpes —susurro.

—Te presento a mi novio, Ryan Connor —me quede perpleja, en mi mente solo quedó el eco unísono de sus palabras, no puedo creerlo todavía aunque era de esperarse, ¡Mierda! Tenía un poco de esperanza de que todo hubiese sido mentira.

—Mucho gusto ¡Adara! —se le dibuja una línea en sus labios, me tiende la mano en modo saludo y yo me quedo en shock. 

Sinceramente no sé que llegue a pasar si llego a tener nuevamente contacto con él, pero veo de reojo a Kiara y el pánico lo dejo aun lado. Igualmente extiendo mi mano y nuevamente vuelvo a sentir esa maldita electricidad, de un momento a otro él me jala para darme un abrazo, oh… Lo que más me temía.

—Mmm… Que rico… Hueles mi amor... —susurro y él aspiró el aroma cerca de mi cuello.

Me separo disimuladamente con el fin que Kiara no note lo afectada que me siento, antes que comienza a palidecer le digo a Kiara que Óscar no tardará en venir y literalmente es cierto porque tengo pensado llamarlo para que me acompañe, a pesar de que él sea mi jefe, también es mi amigo y creo que es el único que me ayudara a sacar todo lo que llevó penetrado. En un momento a otro la expresión de Ryan cambió y la verdad que no me importa, primero porque no somos nada y segundo porque yo no le he prometido nada.

Ryan.

Jamás pensé que las dimensiones unilaterales se unieran y me causaran una bomba nuclear. Siempre he tenido a mi favor el destino porque soy el que lo controla y jamás dejo que él me controle a mí, pero el día de hoy me ha dejado muy claro que el destino y el universo están en contra mía, los muy hijos de puta se están vengando de lo que mi gran boca y ego decían, siempre contradije y asegure que el amor a primera vista no existe, pero el muy condenado me dio donde nunca lo espere, tuvo que m****r personalmente al Karma... ¡Maldito Karma!

Hace unas horas era Ryan Connor, el magnate industrial de toda Europa, pero ahora soy un imbécil que ha caído en los encantos de una diosa. Mi nacionalidad es Irlandés, nací en Belfast, la capital de Irlanda del Norte, toda mi familia proviene de ahí y yo como soy un hombre de negocios me tuve que venir a vivir a Irlanda del sur, en el condado de Dublín, vivo en Eden Vale Ennis County Clare, Irlanda. En una bella mansión georgiana, agradablemente situada sobre la escarpada pendiente de un pequeño valle, frente a un pequeño lago oblongo y dentro de una finca privada.

En mis treinta y tres años de edad he aprendido como escalar, peldaños para conseguir lo que uno quiere a pesar de que la crisis económica no afecta mi bolsillo y tampoco mi vida porque mi familia es descendiente de una cadena multimillonaria, aunque todo no es de color rosa, así como cualquiera se lo pueda imaginar, en mis negocios no tengo el apoyo económico de mi familia porque ellos me chantajearon, la condición es casarme y darles un nieto, y con ese fin yo tendría toda la disposición económica de la familia.

En el momento que supe de sus artimañas me tuve que concentrar a superarme y salir adelante solo, sin ayuda de mi familia porque jamás permitiría aceptar su juego sucio, jamás me casaría y lo peor solo por el dinero, durante diez años le he demostrado lo cuan grande soy, y sin ninguna necesidad de aceptar el  maldito chantaje. Mi vida está rodeada de trabajo, negocios, dinero, ambiciones, parranda de vez en cuando y la disposición de las mujeres que yo quiera tener en mi cama, pero jamás en mi corazón.

Hace dos meses conocí a Kiara en una discoteca y a mi parecer me parece una mujer muy atractiva y demasiado aventada a todo lo que le pidan y le ordenen, literalmente no soy una persona de conllevar una relación mucho tiempo, pero Kiara es la excepción a todas las mujeres que he tenido en mi vida. Hace una semana ambos tuvimos una conversación y ambos concordamos en que tendríamos que vivir juntos y después ver si esta relación funciona o no, al principio le emocionó, pero luego puso miles de excusas y una de ella es su amiga y compañera de apartamento. En ese momento me enfureci y le di un ultimátum, no puedo permitir que elija a su amiga antes que a mí, aunque al final dijo que sí.

Se acercó el día en el que Kiara tenía que desalojar el apartamento donde vive para irse a vivir conmigo, también le exigí que debía renuncia a su trabajo, ella aceptó aunque no muy feliz que digamos, al verla con esa actitud decidí acompañarla y ser testigo de la renuncia, como también el desalojo del apartamento.

Me encuentro en apartamento de Kiara y mi sorpresa fue que su compañera es la misma chica que ayude, la misma de la cafetería donde Kiara trabaja, lo peor de todo esto es que ella nos cachó en mero acto sexual, obviamente ella salió disparada al baño y yo estoy que muero de la vergüenza y a la vez me siento mal. Sinceramente no sé por qué tengo este sentimiento de culpabilidad, ya que no tengo nada que ver con ella, simplemente solo la conocí hace horas y ahora se me estruja el corazón al ver que ella presenció que yo estaba cogiendo a Kiara, mi corazón se estruja y siento la necesidad de ir tras ella y explicarle algo que no tiene sentido.

 ¿Qué le puedo explicar? Nada tengo que explicarle por qué no somos nada, además no nos conocemos en lo absoluto. Adara entra al baño y Kiara sale detrás de ella y le pide de mil maneras que le abra, pero ella le dice que se dará un baño y que ha quedado con un tal Óscar. ¿Quién es Óscar? ¡Mierda! Porque tengo este sentimiento de enojo.

Kiara decide salir y dejarme solo con Adara, para mí es una oportunidad de averiguar quien ese hijo de puta con el quien ella saldrá, no permitiré que ella salga con nadie. La verdad que no sé qué es lo que me está pasando, no sé por qué tengo este sentimiento de posesión y de celostino, puedo jurar que jamás en mi puta vida había sentido este sentimiento y no permitiré dejarlo por alto, voy a averiguar qué es lo que tiene ella o que ha hecho conmigo. Me quedo justo frente a la puerta del baño y no me importa si se demora, pero estoy seguro de que ella saldrá un día y ese día será mío y nada más que mío.

Veo como se abre la puerta y no desaprovecho la oportunidad y me lanzo hacia ella, empujándola hacia dentro del baño. Al tenerla cerca sentí acelerado su respirar lo cual me provocó miles de sensaciones. Mi miembro se volvió loco al ver semejante escultura, mis ojos se oscurecen de deseo al ver ese cuerpo tan sensual y exquisito para mi gusto. Mis ojos se deleitan al ver cada parte de ella, mis labios y mis manos no resistieron y de un momento a otro se apoderaron de ella, nuestros labios se unieron en uno solo y ambos nos besábamos con frenesí y deseo. Mi mano fue directo al lugar de los placeres, toque con mucha suavidad y delicadeza provocando un son de música para mis oídos.

¡Oh! Ella es todo lo que he deseado tener, no espero un segundo más y llevo mi dedo hacia mi boca para saborear la exquisitez de su agridulce… ¡Mmm…! ¡Qué rico!

Sin pensarlo el hombre posesivo se apodera de mí y le exijo que no vea a nadie más que no sea yo. No sé de qué ha venido eso, pero he decidido que ella será mía cueste lo que me cueste, mi vida dependerá de ella, mis sentimientos hacia ella han salido a flote y ahora me estoy dando cuenta que he cometido un error en proponerle a Kiara en que se venga a vivir conmigo, más allá de mi ser no quiere estar más con Kiara porque se ha clavado en cuerpo y alma a la chica de ojazos iluminados y con un carisma único.

Kiara en este momento se está despidiendo de Adara y yo estoy a punto de decirle que no se venga conmigo porque me he arrepentido, no sé en qué momento me metí en un círculo amoroso, tengo que parar con todo esto porque la única lastimada sería Kiara, ya que le estoy viendo la cara y de paso la estoy apuñalando por la espalda, pero también tengo que ser sincero y decir las cosas como son, no quiero vivir con alguien que no quiero o que no me llena. Sacudo mi cabeza y me despojo de todo el debate que tiene mi corazón con mi conciencia.

Si en un momento tenía la certeza y seguridad que Adara haría todo lo que le exijo y en también en acatar mis órdenes, pero me he equivocado porque piensa traer al imbécil de Óscar y eso no me ha caído bien que digamos, estoy que exploto de los celos, no permitiré que un hijo de puta me quite por lo que derecho es mío y únicamente que mío. Te equivocas Adara si piensas que te la dejaré fácil.

—Tienes que dormir Adara, ya que mañana tienes trabajo —ooohh… Si, gracias a Dios tengo de mi parte a Kiara. Hoy te dejaré tranquila mi dulce y bella Adara, pero te puedo jurar que pronto tendrás noticias mías y te puedo jurar que no son muy buenas.

—No te preocupes por mi Kiara, te puedo asegurar que la mejor compañía que puedo tener en este momento es Óscar —conque así vamos, enumeraré tus caprichos y la desobediencia Adara, tú serás mi sumisa quiera o no, verás que seré yo el que te poseerá y controla tus pasos y tu respirar.

No me quedo un minuto más porque sería capaz de matar con mis propias manos al imbécil de Óscar. De inmediato llamó a Paolo, él es mi hombre de seguridad y mi chofer personal. 

***

Paolo no tarda más de un minuto cuando está dentro del apartamento, le ordenó que se lleve el equipaje de mi novia. Antes de salir del apartamento le lanzó una mirada no muy amigable a la dulce y tierna Adara.

—A primera hora quiero la información detallada de Adara Quinn, no quiero ninguna falla y menos una demora —exclamó. Sin que nadie me escuche le ordenó a Paolo que se encargue de averiguar toda la vida de mi bella Adara Quinn.

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