El resto de la tarde se mantuvo sacando el lodo de las pocas parcelas que quedaban. Al regresar, no volvió a toparse con Juan, ni con Pablo. En cambio, fue Danilo quien le entregó el pago correspondiente y le prometió traerla al día siguiente ya que todavía había algunos trabajos que realizar. De esa manera, pasó los días conviviendo con los niños. Comprendió que su hermano no era tan hostil como parecía. Pronto, la primera impresión desapareció. Empezó a entender el afecto que se tenían entre familia. Tan cálido y dulce.
Después de dejar a los niños en la escuela. Los dos se dirigieron al campo - La bodega necesita limpieza. Encárgate de eso - como de costumbre, Danilo le asignó una tarea al llegar.
-Sí - ya estaba familiar