La Estrategia en el Abismo
La sala del trono, con los mapas desplegados sobre la gran mesa de roble, era un microcosmos de la tormenta que se cernía sobre Veridia. Kaida, con el códice de Eldoria en una mano y el Espejo de las Visiones a su lado, era el faro que guiaba a sus aliados. Conan, el Rey en la Sombra, trazaba líneas y círculos con una eficiencia silenciosa, su hacha descansando contra el trono como un símbolo de la justicia implacable. Orlo y Gonzalo, el noble caído y el león leal, analizaban los reportes con rostros tensos. La amenaza era triple: el ejército de Valois en la frontera, la conspiración interna del Duque de Oakhaven, y la magia oscura de Morwen que se infiltraba en cada rincón del reino.
—El Duque de Oakhaven está reuniendo a su ejército en las Tierras del Oeste —dijo Gonzalo, su voz grave—. Sus tropas son veteranas, leales al antiguo régimen. Si marchan sobre la capital, nos encontraremos entre dos fuegos.
—Y Morwen… —murmuró Orlo, sus ojos fijos en un mapa don