Juego De Amor
Juego De Amor
Por: Paola Ramírez
Capítulo 1: Consiguiendo lo que me propongo

Alberto

Miro a ese hombre, las cosas nunca salen de otro modo a como yo lo quiero. 

—Entonces señor Navas, cerramos el trato. —Estrechamos nuestras manos después de la gran firma.

—Por supuesto mi querido socio, mi hija Monserrat se casará con usted en un mes, como lo estipula el contrato. —Río pues jamás pensé que sería tan fácil obtener la mano de Monserrat y lo que más me llena de gusto es que ella está de acuerdo o al menos eso dijo su padre, sé que Pablo hace todo esto por tener control total sobre las empresas, lo que no sabe es que después que logré casarme con Monserrat le tengo una pequeña sorpresa, ahora será mejor arreglar todo para mí boda con ella, así que terminamos el brindis y me despido de mi socio y próximamente suegro, salgo de la oficina con una sonrisa de oreja a oreja y al salir me encuentro con mi futura esposa quien al verme rueda los ojos como siempre.

—Buenos días señorita Navas, usted como siempre hermosa —recalcó pues me encanta verla como se pone cuando la halago.

—Buenos días señor Cáceres, gracias por sus cumplidos. Mi padre se encuentra en su oficina —ella me dice, sin contar que rueda sus ojos una vez más para después esquivar mi mirada. Sonrió pues en verdad esta mujer me encanta, y ahora que por fin va ser mi esposa tendrá que doblegarse y dejar de despreciarme.

Salgo de allí y voy a hacer mis pendientes, tengo muchas juntas y debo solucionar todo.

Al llegar a mi empresa puedo comenzar con mis deberes, llamó a Santiago y le digo que ya podemos celebrar, él acepta mi propuesta ya que se irá de viaje y aunque no pueda estar el día de mi boda, puede acompañarme hoy a celebrar esta gran noticia, no solo porque es la mujer que me gusta y de la que tanto hemos hablado y aunque él no al conduzca en persona creo que se ha hecho a la idea de como es, de tanto que se la describo, es que desde que la vi por  primera vez, con ese vestido color salmón quedé hipnotizado, su piel es  blanca y tersa como la porcelana su estatura es promedio tiene los ojos azules como el mar, era imposible no sentirse atraído ante tanta belleza.

 Aunque debo confesar que las veces que me he intentado acercar a ella ha sido todo un desafío, tiene un carácter un tanto difícil de manejar y ni decir que aparenta que no me soporta.

Preparar los documentos para la junta con los inversionistas, mi propósito es que expanda más mis negocios, la empresa es todo para mi. Desde que me quedé solo con mi hermana he hecho todo lo posible para que no nos falte nada y que todo resulte bien, no quiero que ella se sienta sola en ningún momento, quiero que ella sienta bajo toda circunstancia que somos un equipo. 

Mis padres fallecieron cuando yo era solo un adolescente y desde ese momento tuve que hacerme cargo de la empresa y sobre todo de mi hermana. Llegó a la sala de juntas y muestro los resultados del trimestre anterior y cuánto podría crecer si hacemos la inversión con una empresa en el exterior, ellos aplauden al notar mi buena gestión. Firmamos algunas cosas y ya quedé libre para ir a tomarme algunas cosas y celebrar con mi gran amigo.

Al llegar invité una ronda de licor a todos los que estaban por allí, me sentía cómodo y feliz, por fin puedo decir que conseguí algo de lo que deseaba, mi amigo no tardó en llegar con unas cuantas amigas, aquellas mujeres bien presentadas, se sentaron en nuestras piernas mientras nos besaban.

 El licor fue subiendo, bailes por doquier, sin embargo, el fin de la celebración era tal poder disfrutar aún de mi soltería e imaginar cómo va a cambiar mi vida de forma positiva al lado de la mujer que me vuelve loco.

Santiago es mi gran amigo, no puedo decir que es el único, pero si es el más sincero, el más honesto. Él es el que siempre ha estado conmigo, ante cualquier dificultad y eso me hace sentir gran empatía con él y su familia.  Nos fuimos hasta nuestra suite privada, donde hicimos nuestras pequeñas reuniones. Al llegar aquellas chicas se quitaron sus enormes abrigos, comenzaron a bailar de forma sensual, a la chica rubia me bailaba a mi, su forma tan sensual de mover sus caderas, la forma en que su cabello se movía al compás de la canción, colocó sus manos en mi barbilla mientras su respiración estaba acelerada. Me dio un beso, mientras tanto, sus prendas caían una por una y mis ojos la examinaban con tanta lujuria que brotaba por mis poros.

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