Capítulo 11.
— Qué está haciendo usted aquí teniente? — pregunté sin dejar de mirar a Sofía.
— Estaba interrogándola coronel — dice y entonces dirijo la mirada hacia él arqueando una ceja.
— ¿Ya terminó? — inquiero avanzando hasta quedar frente a la camilla de Sofía y al lado del teniente.
— Si coronel — responde, lo que más me molesta es su tranquilidad, como si no estuviera haciendo nada malo, cuando sé perfectamente lo que vi.
— Entonces retírese y siga con la investigación — le ordeno.
— Como ordene coronel — y se marcha cerrando la puerta tras de él.
Dirijo la mirada a Sofía quien no ha abierto la boca — ¿Llegué en mal momento? — pregunto cruzándome de brazos.
— Podría decirse — susurra, pero logro escucharla.
Me siento en la silla justo al lado de la camilla, sin dejar de observarla — se puede saber ¿Por qué carajos estaban tan cerca?
— ¿Tú quien eres? ¿Mi padre? — pregunta con desinterés — no te debo explicaciones.
— El único que puede estar tan cerca de ti soy yo — le digo y po